Caja de herramientas: ¿Caja de seres metafísicos? ¿Caja de fábulas? ¿Caja de juegos? ¿Caja de genealogías? Fabio Morábito reúne en este caja-libro a doce discretos habitantes de cualquier casa-caja, pacientes servidores nuestros: la lima, la esponja, el aceite, el tubo, el cuchillo, la cuerda, la bolsa, el tornillo, las tijeras, el resorte, el trapo y el martillo. Con paciencia y deleite de artesano elabora de cada uno su semblanza: su procedencia y su naturaleza estetica y ontologica, su destreza y su enseñanza moral. Con amor al oficio, los reivindica del lugar comun y nos muestra su verdadera cara. El aceite, por ejemplo, no se averguenza ya de no ser agua cristalina. Sin el aceite, pues, no habria cultura ni comercio ni transporte. Es un agua de carga. Y todas esas herramientas parecen sentirse muy a gusto en las manos del escritor, quien, en un taller imaginario, empleo cada una de las doce herramientas para la elaboracion de estos doce ¿cuentos?, ¿poemas?, ¿relatos?, ¿prosas breves?, de estas doce cartas de presentacion. Al termino de la lectura, las herramientas ya no seran lo que eran para el lector. Cuando se las necesite, se les pedira antes permiso. No desconfie: puntualmente acudiran a su llamado. Fabio Morabito (1955) es autor de tres libros de poesia: Lotes baldios (FCE, 1985), que gano el premio Carlos Pellicer en ese mismo año, De lunes todo el año (Joaquin Mortiz, 1992), que gano el premio Aguascalientes en 1991, y Alguien de lava (Era, 2002). Los tres aparecen reunidos en el volumen La ola que regresa (FCE, 2006). Ha escrito tres libros de cuentos, La lenta furia (1989), La vida ordenada (2000), y Grieta de fatiga (2006), este ultimo ganador del premio de narrativa Antonin Artaud en 2006, todos ellos editados por Tusquets, asi como dos libros de prosas, Caja de herramientas (FCE, 1989) y Tambien Berlin se olvida (Tusquets, 2004). Ha publicado una novela, Emilio, los chistes y la muerte (Anagrama, 2009), y una breve novela para niños, Cuando las panteras no eran negr
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