Henri Queffélec (Brest, 1910 - Maisons-Laffitte, 1992) fue un escritor y guionista francés. Se le considera el gran novelista marítimo en francés del siglo XX. Fue autor de más de 80 libros, muchos de ellos inspirados en su Bretaña natal y en el mar. En 1958 recibió el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa por Un royaume sous la mer, en 1967 el Premio Jean-Walter de la Academia francesa por el conjunto de su obra, y su carrera fue reconocida por el Gran premio de literatura de la Academia francesa en 1975. En 1988 fue condecorado con la Orden del Armiño. Henri Queffélec es el padre del escritor Yann Queffélec (Premio Goncourt 1985 con Las bodas bárbaras).
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Esta apasionante novela relata de forma estremecedora la vida áspera y salvaje de la isla de Sein en el siglo XIX. Es una visión que ilumina las difíciles condiciones de vida, a veces bastante sombrías, las revueltas semejantes a la naturaleza atribulada de este pedazo de tierra sometido a los caprichos furiosos del mar. Ante este aterrador telon de fondo, un honrado ciudadano, que habia asumido el papel de sacristan, decide un dia, espoleado tambien por la poblacion, ejercer de parroco, ya que la ausencia de un sacerdote en un mundo tan angustioso era una cruel carencia para el pueblo y nadie del continente queria asumir el papel en las duras condiciones de la vida isleña. La novela describe la tierra natal del autor, Bretaña, y se estructura a partir del sentido religioso como sentimiento original de una dependencia inevitable, una dependencia que exige un apoyo fisico, como la que los isleños buscan en el sacristan. Henri Queffelec es un nombre consagrado en la literatura francesa contemporanea. Esta magnifica novela fue llevada al cine como Dieu a besoin des hommes (1950) dirigida por Jean Delannoy y con guion del propio Queffelec, y resulto ganadora del Premio OCIC del Festival de Venecia de 1950.
Esta apasionante novela relata de forma estremecedora la vida áspera y salvaje de la isla de Sein en el siglo XIX. Es una visión que ilumina las difíciles condiciones de vida, a veces bastante sombrías, las revueltas semejantes a la naturaleza atribulada de este pedazo de tierra sometido a los caprichos furiosos del mar. Ante este aterrador telon de fondo, un honrado ciudadano, que habia asumido el papel de sacristan, decide un dia, espoleado tambien por la poblacion, ejercer de parroco, ya que la ausencia de un sacerdote en un mundo tan angustioso era una cruel carencia para el pueblo y nadie del continente queria asumir el papel en las duras condiciones de la vida isleña. La novela describe la tierra natal del autor, Bretaña, y se estructura a partir del sentido religioso como sentimiento original de una dependencia inevitable, una dependencia que exige un apoyo fisico, como la que los isleños buscan en el sacristan.Henri Queffelec es un nombre consagrado en la literatura francesa contemporanea. Esta magnifica novela fue llevada al cine como Dieu a besoin des hommes (1950) dirigida por Jean Delannoy y con guion del propio Queffelec, y resulto ganadora del Premio OCIC del Festival de Venecia de 1950.