Tres importantes novelas del quiteño Javier Vásconez bastarían para fijar su lugar en el canon de la literatura latinoamericana contemporánea: El viajero de Praga (1996), La sombra del apostador (1999) y La piel del miedo (2010). En El viajero de Praga, Vasconez cumple la fantasia lograda por pocos escritores, aunque soñada por una legion, la de conseguir que uno de sus personajes se desdoble mas que en Kakfa, en Josef K, presentando al doctor Kronz, que junto a Maqroll el Gaviero, de Alvaro Mutis, y otro doctor, Farabeuf, de Elizondo, es uno de los personajes literarios nuestros que con toda seguridad sobreviviran a sus creadores.CHRISTOPHER DOMINGUEZ MICHAELPara el doctor Josef Kronz, una ciudad es todas las ciudades. En todas sera un extraño. Un extranjero siempre es el otro, el que mira, desde fuera, lo que ocurre en la ciudad, detras de las cortinas, bajo la lluvia, siempre bajo la lluvia. Mira a distancia, desde el futuro, jamas desde el pasado, porque el extranjero, este en particular, ha procurado no llevar un bulto sobre sus hombros: no hubo antes para el o, mejor dicho, tiene una inmensa capacidad de olvidar. Para el, no hay una belleza que pueda sorprenderlo a la vuelta de la esquina ni un horror que no haya imaginado o vivido (lo mismo da). Y sin embargo, aun pelea contra la inmovilidad, contra la d...
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