Como en Los días están contados, también publicado en esta colección, Juan Gil-Albert toma prestado, para el título de este volumen, el del último escrito incluido en él. Como si, pensamos, guiñando un ojo, nos dijera: Lo mejor viene al finalPero, una vez leido el libro, comprobamos que hablar demejoropeorrefiriendonos a los textos de Juan Gil-Albert, es una tonteria. El lector podra sentirse mas afin, compenetrarse mas con un escrito que con otro, adentrarse mas o menos en su mundo, y en su escritura, o sea en Gil-Albertporque el no solo esta, sino que es el texto, pero no podra jamas decir: Esto es bueno y esto es malo. Juan Gil-Albert, a traves de sus libros, puede, eso si, gustar o no gustar, o gustar a medias, o aun a veces si y a veces no, al igual que suele ocurrir en las relaciones humanas, supeditadas a simpatias, aversiones, estados de animo y tensiones pasajeras. ¿Que esta reflexion podria hacerse referida a la obra de cualquier autor? Puede, pero, en todo caso, en la de Juan Gil-Albert, mas, porque es un gran escritor que, como todo gran escritor, extrae de la vida todo aquello que, sutilizado, sensibilizado y sensualizado por el proceso de creacion, es devuelto a la vida desenvuelto en su esencia, libre de lo superfluo. Este libro es el recorridoautobiograficodesde su adolescencia en la aparente seguridad perenne de una familia acomodada y feliz hasta el trauma de la Guerra Civil que termina, para Juan Gil-Albert, en campo de concentracion en Francia, y en exilio. No salir de mi asombro, Concierto enmimenor y Trama inextricable, titulos que sugieren ya, por si solos, la evolucion del autor hacia una manera de ser. Memorabilia (1934-1939) atrae mas nuestra atenciony ahi atendemos al guiño del autorquiza por las fechas que siguen al titulo, fechas que, para cualquier español (las haya vivido o no), despiertan siempre curiosidad. Y aun mas si sabemos que Gil-Albert nos la va a satisfacer plenamente. Sabremos como fundoHora de España, como se organizo el Congreso de Intelectuales Antifascistas, comoretratoGil-Albert a Malraux, Ehrenburg, Paz, Waldo Frank, Aragon, y como vivian, que pensaban, que hacian durante este periodo atormentado personajes como Bergamin, Alberti, Altolaguirre, Neruda, Gaya, Dieste, Sanchez Barbudo, Cernuda, Lorca, compañeros de letras y de lucha.
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