Contrariamente a lo que habitualmente se dice y escribe, la degradación de las condiciones de trabajo no se explica sólo con el argumento del que aumenta la presión psicológica. Se debe en mayor medida a un nuevo productivismo que es responsable, desde hace mas de dos decadas, de la reorganizacion de las empresas y de la desorganizacion del trabajo. El autor muestra que, lejos de ser una fatalidad economica rodeada de conceptos vagos que tienden a criminalizar o limitar el problema, la situacion constituye una aberracion economica. Traduccion de Santiago Rodriguez Rivarola