Afrodita tiene que intervenir en una competición de vida o muerte La diosa del amor y la belleza está encantada de ayudar a los mortales enamorados, pero esta vez se encuentra molesta y distraída por
En este segundo título de la colección Diosas del Olimpo, Perséfone ya no puede más: está harta de intentar caerle bien a todo el mundo. Su madre le repite que "hay que ceder para caer bien", en lugar de animarla a expresar su personalidad. Es entonces cuando conoce a Hades, el chico con peor fama de la Academia Monte Olimpo, y se da cuenta de que por fin ha encontrado a alguien con quien puede ser ella misma. Es la primera persona que la escucha con interes, y a Persefone le gusta un monton, aunque las otras diosas estan convencidas de que este chico trae problemas. Pero, ¿como va a ser tan dañino si a ella le hace sentir tan especial? ¿Te atreves a descubrirlo de la mano de Persefone?
Atenea está preparada para la aventura que te pondrá los pelos de punta. ¿Y tú? Es todo un cerebrito, y por este motivo no consigue encajar en el colegio Tritón. Pero, ¿cómo va a saber que es una diosa, si nadie se lo ha dicho? Y no una diosa cualquiera, sino la hija de Zeus. Con la noticia va incluida la "invitacion" para estudiar en la A.M.O. (Academia Monte Olimpo). Aunque esta asustada por el cambio, Atenea necesita saber si en este nuevo colegio puede ser ella misma y, a la vez, encontrar su hueco. Sin embargo, las cosas no resultan muy distintas a lo que habia vivido en la Tierra, pues no conoce las extrañas normas de la academia y va a tener que verselas con la chica mas cruel de toda la mitologia: Medusa
Ana se enfada porque piensa que su madre no sabe su nombre. Al levantarse la llama ''pollita''; si tira el zumo de naranja, ''calabacita''; si es impaciente a la hora de comer, ''diablilla''; si la asusta jugando, dice que es un monstruo; una mona cuando salta, baila y hace muecas, y un ratoncito tranquilo al acostarse. A Ana no le gusta que la llame así porque ella no es nada de eso, ella es Ana. Finalmente, por la nohe, su madre la abraza y la llama por su nombre. Ana se queda tranquila y vuelve a sentirse querida.