Escrutar en la mente de los otros. Leerla como un libro y atravesarla hasta sentir como propias sus vivencias. Esto es lo que el misterioso Benjamin desea. El asesino sin rostro quiere unirse a sus victimas en un abrazo macabro. Ahora persigue a Clarice Anderson. Algo en ella lo atrae irresistiblemente pero en su camino se interpondra Dylan Dog.
“¡Jethro debe morir!”. Madame Trelkowski tiene razón: aunque pueda parecer una medida demasiado cruel, matar al “profeta” recluido en el Asilo Manner es el único modo de detener la masacre que ha pue