Todo está dicho, nada se puede hacer. Este parece ser el lema que llevamos grabado en cuerpo y alma para que abandonemos toda esperanza en el reino del Capitaloceno, donde sufrimos un triple encierro geografico, ecologico y, sobre todo, historico, que aleja y difumina el horizonte utopico hasta su cancelacion definitiva. Pero es precisamente ese horizonte de la utopia y sus imagenes de deseo que podrian reabrir las ventanas de 1789, 1871, 1936 o 1968 la materia prima y el crisol de este libro.Joel Gayraud aborda el problema de la utopia desde una exigencia teorica y filosofica de alto voltaje, rigor intelectual y amplisima y fertil cultura, que alcanza una rara intensidad gracias a su alquimia con los dones del pensamiento poetico y la imaginacion. Gayraud desmonta tanto las falsas y malintencionadas interpretaciones que pretenden enterrar la utopia, como las distopias neoliberales o totalitarias que quieren suplantarla, para diseccionar despues la clausura inapelable, y supuestamente invencible, del capitalismo, el Estado y el paradigma cibernetico. Para ello pone en juego la ucronia, el mito, el sentido imaginal, la poesia romantica y, por supuesto, el surrealismo y la anarquia, dialogando con Marx, Bakunin, Fourier, Bloch, Marcuse, Simondon, Debord, Weil, Breton o Char, visitando la Comuna de Paris o la Chiapas zapatista, celebrando la exaltacion utopica del art noveau, el eros poetico de Joyce Mansour o la carga de revuelta del rock, en una obra para derrotar lo invivible tan compleja, lujosa, sugerente e iluminadora como la propia utopia: como la verdadera vida.El hombre sin horizonte no es una obra de teoria pura, sino un manual para orientarse en una epoca de confusion ideologica generalizada [...] En cada una de sus lineas late una llamada a la autonomia individual y colectiva. Digno sucesor de obras situacionistas como el Tratado del saber vivir para uso de las jovenes generaciones o La sociedad del espectaculo, El hombre sin horizonte proporciona al surrealismo la teoria critica que durante tanto tiempo le ha hecho falta.Sylwia D. Chrostowska, postfacio a esta edicion.una lectura reconfortante en este periodo marcado por la tristeza y la sensacion de impotencia, en un recorrido unico con tintes fourieristas que combina una observacion hiperlucida del estado de confinamiento de nuestras sociedades, y la invitacion a escuchar los sobresaltos del deseo de libertad y a ser sensibles a los momentos en que emerge lo posible, todo aquello lo que el espiritu de esta epoca se esfuerza por reprimir.Monique RouilleBoireau, Refractions.
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