Nuestro tiempo es tiempo de modestia: época light. La reflexión huye de los grandes sistemas y la acción de las grandes empresas. ¿Quién ambiciona ya descubrir la verdad, alcanzar el bien, practicar la justicia? ¿Quién pretende poseer el secreto de la felicidad ? Pequeñas verdades, minúsculos bienes, fragmentos de justicia, retazos de felicidas nos ayudan, si no a vivir bien, en el hondo sentido de los clásicos, al menos a pasarlo bien, a pasarlo lo mejor posible.
Y, sin embargo, las preguntas por la rectitud y la justicia, por la legitimidad del poder y la esperanza de salvación continúan pidiendo respuesta a una cultura que precisa contestarlas para recobrar su sentido.