Konrad Fiedler (1841-1895) no fue un erudito al uso. Jurista de profesión, coleccionista, estudioso y mecenas, parecería en principio una personalidad tangencial al mundo del arte y, desde luego, al de la academia y la universidad, tan estrechamente relacionadas en su tiempo. Sus escritos reflejan su peculiar situacion y desbordan los limites academicos que solian ser habituales. Estudio de Kant y Schopenhauer, protector de Hans von Marees, los escritos de Fiedler constituyen los antecedentes de la obra de Hildebrand, Riegl, Worringer, etc.