"Voy a enfocar este libro con buen humor, en una línea serpenteante y amena que vaya enlazando los distintos temas que trato, ilustrados con la gracia que los dioses me permiten y libre ya de la esclavitud de la palabra gastronomia, solo busco que el amable lector consiga llegar al final del libro con gusto y apetito." Hace años escuche a Raymond Oliver (cocinero-propietario de le grand Vefour) decir que: la cocina es humanismo. Exacto. Acaso donde mas se percibe esa gran verdad es en Andalucia. Los modos culinarios tradicionales, familiares y locales, fieles a su suelo, generan unos platos intimos cuya amorosa elaboracion salta a la vista y al paladar. La autentica cocina, la lenta coccion, el guiso suavemente especiado, la fritura crujiente, los majados, los aliños o la dulceria, que ya estaba en el romancero, esta, digo, en la casa de los muros gruesos, o en el cortijo, o en la cabaña de los pastores, o en cualquier poblado de altas torres, o tambien en la minima taberna del puerto pesquero rodeada de redes recosidas y barcas varadas. Es injusto, a la par que triste, ver la ausencia de la cocina andaluza en la mayoria de los restaurantes andaluces. Como lo es el surtirse de productos foraneos cuando aqui los tenemos al alcance de la mesa con mas calidad y, racionalmente, mas frescura. Andalucia tiene un variado paisaje comestible, como un extenso y colorista bodegon. No es culpable una clientela que no es elitista, solo deseosa de comer sano, sencillo y sabroso. Decia El Guerra que para torear bien no es menester hacer fuerza. Este libro es un recorrido humoristico e ilustrado por la gastronomia basica de Andalucia, provincia a provincia, plato a plato, guiso a guiso, producto a producto, sin mas pretension que mantener una charla con el lector, hacerle reir a costa de nuestra mesa y reivindicar una de las cosas mas valiosas de nuestra vida, una buena comida.
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