Fernán Pérez de Guzmán (1379-1460) es uno de los escritores más destacados del reinado de Juan II de Castilla (1406-1454). Poeta y prosista, no produjo obra abundante: como otros eminentes ingenios de la misma centuria (Santillana, Jorge Manrique) fue un noble para quien la creacion literaria no dejaba de ser ocupacion subsidiaria, subordinada a las obligaciones estamentales determinadas por su condicion caballeresca, su pertenencia al ordo de los bellatores. Como poeta no fue sino uno mas de los innumerables versificadores del siglo XV, a muy considerable distancia de los dos magnates mencionados. No obstante, su estimacion entre los coetaneos fue mas que discreta: tuvo presencia no menor en el Cancionero de Baena (ca. 1426), la gran antologia presentada al rey Juan II de Castilla, reflejo del estado de la evolucion de la lirica castellana en el momento de su plena consolidacion. Fue apreciada sobre todo su honda inspiracion moral y religiosa: gozo de su difusion a traves de la imprenta, desde 1492 hasta varias impresiones quinientistas. Pero su fama se halla indefectiblemente unida a una pequeña obra en prosa: Generaciones y semblanzas, una coleccion de retratos de reyes de Castilla (Enrique III, su esposa Catalina de Lancaster y Juan II), caballeros y prelados contemporaneos. El arte del retrato, aprendido en la lectura de los clasicos, directa (Salustio) o mediatizada por la historia universal que tradujo, el Mare historiarum de Giovanni Colonna, (Suetonio, la Historia Augusta) alcanza aqui las altas cotas que le han granjeado su posicion en el canon de los prosistas clasicos castellanos: critico tan exigente y cualificado como Menendez Pelayo no le escatimo elogios. Tan importante como la produccion propia fue la promocion de obras ajenas y de traducciones de autores de la Antiguedad. A la insaciable curiosidad intelectual de Perez de Guzman se deben dos obras destacadas de su amigo Alfonso de Cartagena, el celebre obispo de Burgos, figura capital en el desarrollo del humanismo castellano del siglo XV: el Duodenarium y el Oracional, en latin y en castellano, respectivamente. A su afan por conocer y difundir a los autores antiguos se deben versiones castellanas de una seleccion de las cartas de Seneca a Lucilio y de las dos obras mayores de Salustio. En ese empeño por divulgar el conocimiento de los clasicos en el estamento caballeresco se revela la indole humanistica de su personalidad literaria e intelectual, que adquiere pleno sentido historico-cultural en el marco de lo que se ha denominado humanismo vernaculo. La vigorosa y rica personalidad de Fernan Perez de Guzman no agota su significado en el ambito de la creacion literaria. Su participacion en la vida politica del turbulento reinado de Juan II, marcado por el enfrentamiento entre las facciones nobiliarias lideradas por los infantes de Aragon y don Alvaro de Luna, respectivamente, y las vicisitudes por que atraveso se saldarian con la prision y, tras la liberacion, el apartamiento de la corte, una suerte de exilio para quien habia ido consolidando una posicion de cierto relieve en el entramado politico castellano. Retirado en su casa solariega de Batres, se dedico al estudio y la creacion literaria, a la que imprimio una acusada direccion moral y religiosa. Reflexiono asi sobre los temas nucleares de la etica, las virtudes, su naturaleza y fundamentos, y sobre la realidad politica de su tiempo, ofreciend...
Ver más