El extraordinario derrotero artístico y vital que sigue a Tres inviernos en París. Diarios íntimos (1961-1964). Anécdotas y reflexiones de una artista en pleno proceso de expansión creativa. Un libro fundamental para transitar el tiempo de su consolidacion internacional.La llegada de Marta Minujin a Nueva York en 1965 tras ganar el Premio Di Tella marca el comienzo de una historia de amor y conflictos con la ciudad y su incursion en el pop y el arte psicodelico. Este libro reune sus experiencias de esa decada, y narra en detalle los obstaculos materiales y personales que debio afrontar, como el dinero siempre escaso, el desconocimiento del idioma, la dificultad de no pertenecer a un mundo de artistas locales mimados que daban cocteles en sus inmensos atelieres, la depresion, y el modo en que logro transmutarlos en arte-arte-arte. Su relacion con los protagonistas de la epoca, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Robert Rauschenberg, Carolee Schneemann, Pierre Restany, Allan Kaprow y Wolf Vostell; las galerias en las que expuso -Bianchini, Stefanotty, Howard Wise- o los bares y discotecas que frecuento -Elaines, Maxs Kansas City- acompañan su creciente reconocimiento en instituciones como la Americas Society y el MoMA. En paralelo, se describen desde su gestacion las ambientaciones, los happenings, las performances y las intervenciones ludicas en los medios de comunicacion que realizo, un frenesi del que surgiran obras tan emblematicas como Simultaneidad en simultaneidad, Minuphone, Minucode, Interpenning, Kidnappening, Frozen Erotism, The Soft Gallery, entre otras, que a la vez iran esbozando el perfil excepcional y unico de la gran artista contemporanea, desde siempre y eternamente, sinonimo de vanguardia.La critica dijo:El genio suele aparecer temprano, aunque a menudo se desvanece con los años. Minujin no se ha desvanecido. Sigue floreciendo porque para ella "todo es arte".New York Latin Culture MagazineTres inviernos en Paris no es el lamento de una martir, ni siquiera de una sacrificada. Son los partes que una yihadista del arte envia desde el campo de batalla donde libra una guerra que esta segura de ganar si, y solo si, hace lo que tiene que hacer para ganarla: basicamente, desinteresarse por completo de todo lo que no sea ella.Alan Pauls
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