Woody Allen, auténtico maestro de la carcajada seria, no tuvo miedo de parodiar a uno de sus maestros, Ingmar Bergman, en su película Interiores. No obstante, consigue no sólo convertir este film en una historia muy americana, y neoyorquina en particular, sino tambien en una obra muy suya, que, como siempre, se remite a sus propios problemas y fantasmas. El homenaje que rinde a Bergman queda esencialmente en la imagen y en la reflexion existencial que se desarrolla a traves de los personajes. Pero estos, contrariamente a los que Bergman, siguen como todos los de Woody Allen, hablando por los codos, en tropel, como la vida misma. De ahi, volvemos a repetirlo, la importancia de la publicacion en forma de libro de los guiones de sus principales peliculas, aquellas que, precisamente, Woody Allen mas aprecia y que, por eso, ha controlado personalmente para su edicion en ingles y demas idiomas : Manhattan (n.º 95 de esta coleccion), Annie Hall (n.º 99), Recuerdos (n.º 101), Sueños de un seductor (n.º 109), Zelig (n.º 115), Todo lo que usted quiso siempre saber acerca del sexo (n.º 130) y, por supuesto, Interiores. Debemos señalar que aquel que, con estos guiones, deseara seguir en moviola cualquiera de estos films, se encontraria con que la version española en la pantalla no coincide exactamente con esta, traducida ahora del original por la mano maestra de Jose luis Guarner. Esto se debe a dos motivos : primero, a razones de adaptacion a la hora del doblaje y segundo, a la pequeña manipulacion que el propio Woody Allen ha introducido al concebir estos guiones como narraciones para leerse, acompañadas de las imagenes de la memoria visual.
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