La Jerusalén libertada es un poema épico en veinte cantos, dedicados al duque Alfonso II de Este, compuesto en su mayor parte entre los años de 1570 y 1575 en la corte de Ferrara. Fue publicado en 1580 contra la voluntad del autor, que estaba encerrado en el hospital de San Antonio, con el titulo de II Goffredo; en 1581 aparecio ya la version completa y mas autentica, con el titulo que ha pasado a ser definitivo, que no es invencion de Tasso, sino del editor. Con este poema se propuso el de Sorrento fundir en un solo cantar epico, semejante en sus grandes lineas a los modelos clasicos de Romero y de Virgilio, un asunto historico, y mas particularmente un asunto de la historia religiosa, con elementos sacados de la tradicion de la poesia novelesca, alternando los datos que la historia le brindaba con lo maravilloso de las potencias sobrenaturales y de los encantamientos, e intercalando en la severa epopeya abundantes episodios amorosos. Tasso comenzo a dudar de haber logrado su intento a partir del instante en que en las tormentosas discusiones con los revisores que el mismo habia elegido para conocer su opinion antes de publicar el poema, le opusieron graves objeciones de caracter literario y religioso. Y, si bien defendio con una Apologia su obra de las asperas censuras de los academicos de la Crusca, las criticas antiguas y las recientes, sus propias vacilaciones y los escrupulos de un espiritu abatido por la desdicha, le indujeron a rehacer radicalmente el poema. Fruto de esta labor fue la Jerusalen conquistada, en veinticuatro cantos, dedicada al cardenal Aldobrandini, que vio la luz en 1593. Su trama es esencialmente la misma que la de la Jerusalen libertada, pero el autor se preocupo por prestar mayor realce a la accion principal, que en la libertad se sacrificaba, a veces, el desarrollo y aun el espiritu de los episodios. Nacida del proposito de reforma de un poema, del cual Tasso, precozmente envejecido por el infortunio, parecia abominar ahora, y no de una actual y viva inspiracion poetica, la Jerusalen conquistada no podia resultar obra vital. Ni ella ni las criticas de numerosos censores fueron suficientes a disminuir el exito de la Libertada, que conquisto inmediatamente al publico, y no solo en Italia sino tambien en otros paises logro una popularidad que pocas obras poeticas han conocido. Una fortuna tan rapida y tan vasta demuestra que el autor adivino el gusto del publico, ofreciendole, cuando la literatura caballeresca comenzaba a presentar inequivocos signos de agotamiento, un poema en el cual se presentaban en una nueva e inedita trama, motivos y situaciones de aquella literatura y que, con la caracteristica mezcla de lo sagrado y lo profano, parecia conciliar exigencias igualmente vivas en el animo de los lectores.
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