A lo largo de los siglos, en todas las culturas, desde Babilonia, Grecia, Persia, China o Japón, los seres humanos han creado, con paciencia y a veces con enormes esfuerzos, monumentos de verdor y acequias labradas en piedra para evocar un mitico lugar ideal, frondoso, donde siempre es primavera, los animales son serenos, los hombres pocos y pacificos, y el alimento abundante. En breves e intensos capitulos, Mario Satz ahonda en la construccion de esas obras de arte vegetal que aun hoy nos sorprenden y admiran. Un jardin es, sin embargo, algo mas que una forma delicada de nostalgia, pues no solo buscamos el Paraiso en el pasado sino que lo proyectamos en el futuro con la esperanza de que perdure, para quien sabe ver, en nuestro entorno: tal vez el Paraiso jamas haya desaparecido de la Tierra y tan solo debamos aprender a verlo."Un escritor interesado en los sentidos subterraneos por los que circulan las mas profundas concepciones. Satz abandona los campos trillados y se enfrenta a un mundo elaborado con paciencia franciscana".Joaquin Marco, La Vanguardia"Combina amenidad y erudicion para un tema refrescante que deparara no pocas sorpresas al desocupado lector".El Cultural"Pequeños paraisos es una guia espiritual. Este es uno de los mayores meritos de este pequeño tratado. Una introduccion al ideal de ese locus amoenus que todas las civilizaciones imaginaron. La zona de confort de las almas en busca de su paz, la meditacion o la plegaria".Ernesto Ayala-Dip, Babelia"Delicioso ensayo, que declara la querencia del verde en la medula de nuestra hechura biologica".La Vanguardia Cultura/s"Un ensayista pulcro, documentado y sagaz".Jordi Llovet, La Vanguardia"Esta doble vertiente del Paraiso, historico-geografica y simbolica, es la que esboza aqui, con erudicion y ligereza, Mario Satz".Manuel Gregorio Gonzalez, Diario de Jerez"Un libro erudito y minimo, concentrado y explorador".Manuel Gago, El Progreso"Un hermoso breviario que contiene muchas lecturas y un exhaustivo conocimiento de tradiciones muy distantes".Ignacio Garmendia, Mercurio"Un libro hermoso, plagado de curiosidades y sensibilidades, una caricia poetica alrededor de la vegetacion que nos subyuga, el musgo literario que encarna la humildad y no necesita mucho para crecer, solo palabras esenciales y fragantes que entran al corazon como el aroma de los jazmines".Fulgencio Arguelles, El Comercio -Cultura
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